Ya no tengo más respuestas para dar,
soy manojo de preguntas sin parar,
paradoja de mi vida acertar,
cómo saber hacia dónde apuntar,
miles de acertijos siempre hay.
Y ciego estoy, decido ya
entre brumas que me niegan divisar...
El camino que yo debo caminar,
el recorrido hasta tu sol, mi soledad.
Epidermis de la vida es quizás
el placer y los dolores que ésta da,
mientras que al final, el punto es optar.
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